Todo país ha realizado alguna aportación bonita, útil o interesante al mundo, y Bulgaria no iba a ser menos. Es un país relativamente pequeño (111.000 km2 y 7,3 millones de habitantes) que muchos no pueden situar en el mapa.
Sin embargo de este rinconcito de Europa han salido unos inventazos que el mundo entero conoce y valora, algunos de los cuales los usamos a diario. Pero ¿sabemos que son búlgaros?
1. EL YOGUR BÚLGARO:
¿Qué puedo decir del mejor yogur del mundo? Ya le dediqué un artículo entero el año pasado, en el que contaba cómo se inventó, qué tiene de especial y qué usos y aplicaciones tiene.
Resumiendo mucho, en 1905 el bacteriólogo búlgaro Stamen Grigorov descubrió una bacteria probiótica a la que llamó lactobacillus bulgaricus: la bacteria que fermenta la leche y obra la magia.
En realidad los búlgaros ya llevaban 6.000 años preparando y consumiendo yogur, desde la época de las primeras tribus tracias. Lo que hizo Grigorov fue identificar y nombrar la bacteria.
El yogur búlgaro es una gran fuente de calcio, refuerza el sistema inmunológico, alivia el ardor de estómago, sobre la piel es hidratante, nutritivo y desinfectante, y de hecho se utiliza en muchos productos cosméticos en forma de cremas o pastillas. Y además está delicioso, lo dice una que lo toma cada día.
En principio el lactobacillus bulgaricus sólo existe en Bulgaria, pero si os apetece probar el yogur búlgaro auténtico,podéis animaros a hacerlo casero con fermentos de yogur búlgaro. Se compran una vez y luego ya no hace falta comprar más, se puede usar una cucharada de yogur para multiplicarlo.
Aquí os dejo 3 recetas con yogur búlgaro, por si queréis probar alguna.
2. EL ALFABETO CIRÍLICO:
Pocos países pueden vanagloriarse de haber inventado un alfabeto.El alfabeto cirílico actual es el resultado de una adaptación que hizo San Clemente de Ohrid del alfabeto glagolítico creado por Cirilo y Metodio.
Cirilo y Metodio eran dos hermanos misioneros medio búlgaros, a los que se les encargó la "pequeña" misión de evangelizar los países eslavos. Para ello crearon el alfabeto glagolítico, con el que pudieron traducir la Biblia al antiguo eslavo y ponerse a evangelizar. Más tarde su discípulo San Clemente de Ohrid lo adaptó a lo que ahora se conoce como alfabeto cirílico.
Más de 20 idiomas utilizan el alfabeto cirílico en la actualidad: absajo, azerí, bielorruso, bosnio, búlgaro, checheno, mongol, kazako, komi, macedonio, moldavo, ruso, serbio, tártaro, tayiko, kirgiz, ucraniano, uzbeko y varios más. Unos 250 millones de personas; se dice pronto, ¿eh?
3. EL ORDENADOR:
¿Quién no tiene un ordenador hoy en día? El ordenador lo usamos a diario, en casa, en el trabajo, por placer, por necesidad... Ya dependemos de ellos para casi todo.
John Atanasoff era un ingeniero electrónico de nacionalidad estadounidense, pero de origen búlgaro: su padre era de la ciudad de Yambol, al sureste de Bulgaria, y emigró a EEUU a finales del siglo XIX.
En los años 40 Atanasoff creó un aparato de computación electrónico que podía calcular complicadas ecuaciones algebraicas. Lo llamó ABC (Atanasoff-Berry Computer). Pesaba más de 320 kg y contenía 1,6 km. de cables.
No me voy a alargar, pero hubo un enorme follón con la patente de la cual muchos querían sacar tajada. Resumiendo mucho, no se registró correctamente en la oficina de patentes y otras personas crearon un ordenador a partir del invento de Atanasoff.
Tras un largo y costoso proceso judicial de seis años, los tribunales dictaminaron que el primer computador electrónico se basaba en el invento de John Atanasoff.
Hoy en día los ordenadores no son simples procesadores de texto, sino que hacen nuestra vida más fácil de mil maneras distintas, y el invento de John Atanasoff fue el padre de todos los que usamos hoy.
Este invento lo he dejado para el final porque creo que es el único sin el que no podríamos vivir. ¿Podéis imaginar un mundo sin ordenadores?
El yogur se consume por todo el mundo, el alfabeto cirílico lo usan más de 250 millones de personas, y el ordenador, medio planeta. No está mal para un país tan pequeño como Bulgaria.
Es de bien nacido ser agradecido, y es justo que cada uno se lleve el mérito que le corresponde, así que gracias, Bulgaria, por el yogur, el alfabeto cirílico y el ordenador. Que sepa todo el mundo el origen de estos productos que muchos utilizamos a diario.
¿Sabíais que estos inventos son búlgaros?
Sin embargo de este rinconcito de Europa han salido unos inventazos que el mundo entero conoce y valora, algunos de los cuales los usamos a diario. Pero ¿sabemos que son búlgaros?
1. EL YOGUR BÚLGARO:
¿Qué puedo decir del mejor yogur del mundo? Ya le dediqué un artículo entero el año pasado, en el que contaba cómo se inventó, qué tiene de especial y qué usos y aplicaciones tiene.
Resumiendo mucho, en 1905 el bacteriólogo búlgaro Stamen Grigorov descubrió una bacteria probiótica a la que llamó lactobacillus bulgaricus: la bacteria que fermenta la leche y obra la magia.
En realidad los búlgaros ya llevaban 6.000 años preparando y consumiendo yogur, desde la época de las primeras tribus tracias. Lo que hizo Grigorov fue identificar y nombrar la bacteria.
El yogur búlgaro es una gran fuente de calcio, refuerza el sistema inmunológico, alivia el ardor de estómago, sobre la piel es hidratante, nutritivo y desinfectante, y de hecho se utiliza en muchos productos cosméticos en forma de cremas o pastillas. Y además está delicioso, lo dice una que lo toma cada día.
En principio el lactobacillus bulgaricus sólo existe en Bulgaria, pero si os apetece probar el yogur búlgaro auténtico,podéis animaros a hacerlo casero con fermentos de yogur búlgaro. Se compran una vez y luego ya no hace falta comprar más, se puede usar una cucharada de yogur para multiplicarlo.
Aquí os dejo 3 recetas con yogur búlgaro, por si queréis probar alguna.
2. EL ALFABETO CIRÍLICO:
Pocos países pueden vanagloriarse de haber inventado un alfabeto.El alfabeto cirílico actual es el resultado de una adaptación que hizo San Clemente de Ohrid del alfabeto glagolítico creado por Cirilo y Metodio.
Cirilo y Metodio eran dos hermanos misioneros medio búlgaros, a los que se les encargó la "pequeña" misión de evangelizar los países eslavos. Para ello crearon el alfabeto glagolítico, con el que pudieron traducir la Biblia al antiguo eslavo y ponerse a evangelizar. Más tarde su discípulo San Clemente de Ohrid lo adaptó a lo que ahora se conoce como alfabeto cirílico.
Más de 20 idiomas utilizan el alfabeto cirílico en la actualidad: absajo, azerí, bielorruso, bosnio, búlgaro, checheno, mongol, kazako, komi, macedonio, moldavo, ruso, serbio, tártaro, tayiko, kirgiz, ucraniano, uzbeko y varios más. Unos 250 millones de personas; se dice pronto, ¿eh?
3. EL ORDENADOR:
¿Quién no tiene un ordenador hoy en día? El ordenador lo usamos a diario, en casa, en el trabajo, por placer, por necesidad... Ya dependemos de ellos para casi todo.
John Atanasoff era un ingeniero electrónico de nacionalidad estadounidense, pero de origen búlgaro: su padre era de la ciudad de Yambol, al sureste de Bulgaria, y emigró a EEUU a finales del siglo XIX.
En los años 40 Atanasoff creó un aparato de computación electrónico que podía calcular complicadas ecuaciones algebraicas. Lo llamó ABC (Atanasoff-Berry Computer). Pesaba más de 320 kg y contenía 1,6 km. de cables.
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Réplica de 1997 del computador Atanasoff-Berry en la Iowa State University (Imagen: Manop - Wikipedia) |
No me voy a alargar, pero hubo un enorme follón con la patente de la cual muchos querían sacar tajada. Resumiendo mucho, no se registró correctamente en la oficina de patentes y otras personas crearon un ordenador a partir del invento de Atanasoff.
Tras un largo y costoso proceso judicial de seis años, los tribunales dictaminaron que el primer computador electrónico se basaba en el invento de John Atanasoff.
Hoy en día los ordenadores no son simples procesadores de texto, sino que hacen nuestra vida más fácil de mil maneras distintas, y el invento de John Atanasoff fue el padre de todos los que usamos hoy.
Este invento lo he dejado para el final porque creo que es el único sin el que no podríamos vivir. ¿Podéis imaginar un mundo sin ordenadores?
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El yogur se consume por todo el mundo, el alfabeto cirílico lo usan más de 250 millones de personas, y el ordenador, medio planeta. No está mal para un país tan pequeño como Bulgaria.
Es de bien nacido ser agradecido, y es justo que cada uno se lleve el mérito que le corresponde, así que gracias, Bulgaria, por el yogur, el alfabeto cirílico y el ordenador. Que sepa todo el mundo el origen de estos productos que muchos utilizamos a diario.
¿Sabíais que estos inventos son búlgaros?